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Festival de otoño de Takayama

El festival de Takayama o Matsuri se celebra 2 veces al año (en primavera y en otoño) y está considerado como uno de los tres mejores de Japón junto con el de Kyoto y el de ChichubuEl festival de otoño se celebra durante los días 9 y 10 de octubre en el santuario de Sakurayama Hachiman-gu, al noreste de Takayama.

Por la mañana, los visitantes pueden perderse entre infinidad de puestos callejeros de artesanía, pero sobre todo, de comida. También los comercios locales se esmeran para atraer a los posibles compradores.A media mañana, los monjes y todo su séquito comienzan un desfile por las calles de Takayama en dirección al templo de Sakurayama Hachiman-gu donde se realiza una ceremonia para agradecer a los dioses las buenas cosechas recogidas durante el año.

Una vez acabada la ceremonia, se baja al centro del pueblo para ver el desfile diurno de las carrozas. Aunque no tan espectacular como el nocturno, este desfile sirve para ver en detalle cómo están adornadas estas increíbles estructuras. !!Unas auténticas obras de arte!!.

Tras la parada de rigor para comer (ya hemos contado que hay mucho y muy variado donde elegir), se celebran actividades como el teatrillo de marionetas o Karakuri Hōnō. !!No os lo podéis perder!!

Y casi sin tiempo para reponer fuerzas, cuando se pone el sol y el cielo se tiñe de negro, comienza el auténtico espectáculo del festival: el desfile nocturno de las carrozas o «yatai» con todos los farolillos encendidos. Junto con las carrozas van grupos de monjes, niños y también grupos de danza.

Saludos,

Anna & Oskar

Hiroshima, lo que nunca debió suceder

La primera vez que oí hablar sobre Hiroshima y la bomba atómica fue en casa de mis padres. Mi padre me leía un artículo sobre la Segunda Guerra Mundial. En aquel artículo hablaban sobre la rendición de Japón y sobre la poderosa bomba atómica. Ya han pasado muchos años desde aquello, pero el interés que despertó en mi aquella historia, se ha mantenido viva en mi a lo largo del tiempo. Es por esto que, cuando decidimos viajar a Japón en 2016, Hiroshima tenía que estar entre los lugares que había que visitar.

El 6 de agosto de 1945, a las 8:15h el ejército de Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica sobre objetivos civiles. Miles de vidas humanas se apagaron al instante. Hay quien dice que si la guerra hubiera continuado se habrían perdido aún más vidas. Nadie lo sabrá jamás.

En una de las orillas del río Motoyasu, junto al Parque de la Paz, se encuentran las ruinas del edificio que se levantó para la Exposición Comercial de la Prefectura de Hiroshima. Aunque parte de sus paredes de ladrillo y hormigón resistieron la fuerza de la destrucción, su cúpula quedó desnuda y sólo el acero aguantó el envite de tan brutal fuerza. El edificio se ha mantenido como recuerdo de lo ocurrido. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por el Unesco en 1996.

En la otra orilla, se encuentra el Parque de la Paz. En él se encuentran varios elementos que conmemoran lo que sucedió en aquel agosto de 1945. La Campana de la Paz puede ser tocada por todos los visitantes y se supone que hace honor a la Paz mundial.

Una de las cosas que más nos llamó la atención durante nuestra visita es que no dejaron de llegar grupos de escolares para visitar el lugar. Fue impresionante ver el respeto que sienten al visitar el parque y sus alrededores. Lo quieran o no, es una parte de su historia.

Todos los días, a las 8h15′, hora en que estalló la bomba sobre Hiroshima, en la torre del Reloj de la Paz, suena un himno en recuerdo de las víctimas. Creedme cuando os digo que casi se me saltan las lágrimas de la emoción. Los japoneses que pasan por el parque a esa hora se paran, y en silencio, ofrecen sus respetos.

 

Otro de los lugares que no se puede dejar de visitar es el Museo Memorial de la Paz de Hiroshima. Además de contarnos la historia sobre lo ocurrido tras la bomba, hay expuestos infinidad de objetos recuperados tras la explosión. Relojes marcando la hora exacta de la explosión. Juguetes calcinados…

Si hay una historia que hizo que se nos pudieran los pelos de punta fue la de la niña Sadako Sakasi. Tenía 2 años cuando se vio expuesta a la radiación de la bomba atómica y a los 12 años se le diagnosticó Leucemia. Estando ingresada en el hospital, su compañera de habitación le contó una leyenda japonesa que decía que si hacía 1000 grullas de papel, se cumplía cualquier deseo que pidiera. Aquí empezó la historia de las grullas de Hiroshima. Cuenta la historia que Sadako acabó con las existencias de papel del hospital para conseguir su objetivo. Incluso hacía grullas con los envoltorios de los chicles. Hay varios finales sobre si consiguió o no, llegar a hacer las 1000 grullas. Lo que si es cierto es que, tras su muerte en 1955, la grulla se convirtió en un símbolo Paz.

 

Saludos,

Anna & Oskar

Japón: el imperio del sol naciente

Otros años por estas fechas ya estábamos de vuelta de nuestras vacaciones, pero esta vez lo hemos retrasado un poquito más y es que, aprovechando que tenemos la oportunidad de viajar con una experimentada guía, vamos a atravesar medio mundo para visitar el Imperio del Sol naciente.

!! Nos vamos a Japón!!Japón 2016Nos vemos a la vuelta.

Anna & Oskar