Yosemite, el pulmón de California

Elegimos entrar a Yosemite por la entrada este por dos razones. La primera, porque queríamos ver Tioga Pass y Toulumne Meadows y la segunda porque queríamos ver Mono Lake. Un lago con unas curiosas formaciones salinas que emergen del fondo.

El lago se encuentra en la carretera que sube hacia Lee Vinning, así que nos pillaba de paso para ir a Yosemite. Como es un espacio protegido no puedes andar por donde quieres, así que nos ceñimos a los senderos marcados.

Yosemite es, junto con Yellowstone, uno de los parques nacionales más conocidos de EE.UU. Fue declarado parque nacional en 1890 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Es visitado por millones de personas cada año, así que, si podéis evitar los meses de verano, mucho mejor.

Nosotros estuvimos a finales de junio y la verdad es que había muchísima gente. (También es verdad que coincidió en fin de semana). Por cierto, esta entrada del parque estuvo cerrada por nieve hasta el día 18 de junio, así que es recomendable consultar la página del parque para ver el estado de las carreteras.

Según empezamos a subir hacia Tioga Pass, el paisaje volvía a cambiar radicalmente. Grandes montañas todavía nevadas y laderas verdes. ¡esto es otra cosa!

Antes de llegar a la entrada del parque, hicimos un par de paraditas en un par de lagos que encontramos por el camino.

Una vez dentro del parque, llegamos a Toulumne Meadows. El centro de visitantes estaba todavía cerrado por la cantidad de nieve que quedaba. Pasamos la tarde recorriendo toda la zona. Cuando veíamos algo que nos gustaba, parábamos y nos dábamos un paseo sacando unas fotos.

Como teníamos que atravesar todo el parque hasta donde teníamos el alojamiento, a media dejamos la zona de Toulumne Meadows y pusimos rumbo hacia nuestro hotel.

El segundo día en Yosemite empezó temprano. Eran las 7:30h y ya nos habíamos puesto en marcha. Paramos en el Portal Market a hacer las compras del día y a desayunar. Nada más entrar en el parque nos sorprendió la cantidad de agua que llevaba el río Merced.

Siguiendo por la carretera 140 (southside drive), que rodea el río Merced, paramos en un sitio donde había unas magníficas vistas de las Yosemite Falls reflejadas en el propio río.

Como aficionados de la fotografía que somos, no podíamos dejar de visitar la Ansel Adams Gallery. Para quien no le conozca, Ansel Adams se hizo famoso por sus magníficas fotografías en blanco y negro del parque Nacional de Yosemite, aparte de ser el creador del sistema de zonas (los fotógrafos sabrán de qué hablamos). ¡Eran otros tiempos!

A mediodía dejamos la zona del valle y nos fuimos hacia el sur, hacia la zona de las sequoias (Mariposa Grove). Se llega en aproximadamente 1 hora siguiendo la carretera 41. Como nos habían avisado que el parking era reducido, optamos por dejar el coche en Wawona y coger el autobús gratuito que te lleva hasta las sequoias.

Una vez allí, nosotros optamos por hacer el recorrido por nuestra cuenta, aunque también hay un tren “chu-chu” que hace el recorrido por el módico precio de $26,50.

Nosotros hicimos casi todo el recorrido y estuvimos 4 horas (incluyendo el rato que paramos para comer). La primera parte está preparada para todo tipo de personas, pero luego el asfalto se convierte en camino de tierra y te puedes encontrar algún tramo con algo más de dificultad.

Es alucinante la altura el y grosor que tienen algunos de los árboles. Parece increíble que algunos tengan más de 3000 años… Aquí van unas cuantas fotos…

Para acabar el día, subimos hasta Glacier Point para ver el atardecer. Hubo bastante gente y un ranger muy majo, nos dio una charla sobre cosillas del parque. Las vistas… sin palabras. Mejor verlo en fotos.

Nuestro último día en Yosemite lo teníamos bastante apretado. Por la mañana iríamos a hacer un trail por el Mirror Lake y por la tarde nos dedicaríamos a ir por los puntos de interés que nos quedaban pendientes.

Repetimos lugar para el desayuno y antes de las 9 de la mañana ya estábamos dando vueltas por el parque. Lo primero que fuimos a ver fue una capilla/iglesia que hay dentro del parque. No tiene nada del otro mundo, pero por fuera es curiosa.

Antes de ir al Mirror Lake, nos fuimos a ver las Yosemite Falls, pero esta vez un poco más de cerca. Era tal la cantidad de agua que caía que apenas te podías acercar sin mojarte entero… con un poco de paciencia (esperando a que no hubiera nada de viento) conseguimos sacar alguna foto.

A la zona de Mirror Lake no se puede llegar en coche particular, así que dejamos el nuestro en un parking y cogimos el bus gratuito. Cuando llegamos, vimos que todo el mundo seguía una carretera asfaltada que iba por la margen izquierda del río. Nosotros y otra pareja de españoles optamos por ir hacia la derecha por el camino que indicaba el trail.

No pudimos llegar al final del trail porque nos encontramos una señal que nos advertía que había habido desprendimientos de rocas y era peligroso andar por allí. Así que nos dimos media vuelta y como teníamos tiempo, fuimos a ver a donde había ido el resto de la gente. Resulta que en una de las orillas del lago, había montada una especie de playa y como no podía ser de otra manera, esta petada de gente bañándose…

Siguiente un poco más adelante encontramos un sitio donde se ve un bonito reflejo de Half Dome y North Dome sobre el lago.

Ya por la tarde, hicimos un recorrido por algunos de los puntos de vista más interesantes del parque.

Y con estas maravillosas vistas, dimos por finalizada nuestra visita al parque de Yosemite.

Al día siguiente, partimos hacia nuestro último punto del viaje. La ciudad de San Francisco.

Publicado el May 3, 2012 en 2011 - EE.UU. Parques Costa Oeste, Viajes y etiquetado en , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.

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